Ficción de un origen

Utilizando recursos tradicionalmente vinculados al mundo de la economía doméstica, “Ficción de un origen” se apropia de las dos alas del espacio como quizás ninguna otra muestra lo hizo anteriormente, ya que sencillamente “pasa por alto” el pasillo que interrumpe ambos lugares y obliga a visualizar su propuesta tanto de una sala como de otra para aprenderla cabalmente.

Esta vez los recursos de la artista son muy simples: muros de colores, dos grandes retratos tejidos colgados a los costados poniente y oriente de las salas y una frase cuyas letras rojas están bordadas una a una sobre cernidores de madera y metal. Con estos elementos Nury González logra simplificar y conjugar en un poderoso pero sintético lenguaje visual, todos sus cuestionamientos en torno a la condición de identidad, y a las nociones de desarraigo, búsqueda y pertenencia