Rito y Memoria

Cienfuegos, ofrece en la sala oriente de Sala Gasco, un sinnúmero de obras en diversos formatos y soportes, fiel a su retórica figurativa, donde vemos a sus singulares personajes dialogando con sus entornos, ya sean naturales o arquitectónicos. Sin embargo, el punto de quiebre en esta ocasión dice relación con la disposición de las obras en el muro, proponiendo una nueva lectura de ellas y armando así un nuevo y original meta relato.

Ximena Rojas por su parte, se la juega por una propuesta de carácter casi instalativo en la sala poniente, donde se apodera del muro con una gran tela que, pintada, cortada y vuelta a coser, se presenta como un atrevido gesto gráfico y cromático, sumido en la más pura abstracción, que texturiza y tensiona el soporte. Adicionalmente, el uso de pintura plateada propone un desafío lumínico -brillos y opacidades- a la interpretación que el espectador debe hacer de su obra, llenándola de insospechadas atmósferas y simbologías.

Esperamos que el público que visite Sala Gasco disfrute de esta exposición en donde la riqueza técnica, la mixtura de colores y la variedad conceptual, sean un aporte significativo al arte de nuestros días.